Excelente receta como alternativa al costoso salmón ahumado y con la misma versatilidad de presentación a la hora de comer. Como entrada, para realización de canapés y hasta con un pan bagel y queso crema para un desayuno de primera, aquí les dejo esta fácil receta.
Ingredientes:
Salmón fresco , filete con piel, descamado, y le extraemos las espinas con una pinza.
Sal gruesa
Azúcar
Aceite de oliva suficiente para cubrir el salmón una vez curado.
Eneldo bien cortado es opcional.
Las cantidades van a variar dependiendo del peso del filete de salmón, si el filete ya limpio pesa 500 gramos necesitaremos 250 gr de sal y 250 gr de azúcar, si el filete pesa 200 gramos pues necesitaremos 100 gr de sal y 100 de azúcar.
NOTA: El salmón como otros pescados normalmente contienen parásitos como el anisakis que pueden ser perjudiciales para la salud y sólo se mueren al cocinar el pescado o también al congelarlo por lo menos 2 días. Les recomiendo que al hacer esta receta congelen el filete 2 días por lo menos y luego lo dejen en la nevera para que se descongele lentamente para mantener su textura y luego se proceda con esta receta.
Preparación:
Mezclamos bien la sal y el azúcar ( y el eneldo si lo quieren agregar) y en una bandeja que quepa el filete colocaremos casi la mitad de nuestra mezcla de sal y azúcar para hacer una cama al salmón, colocamos encima el filete y tapamos muy bien con el resto de la mezcla el filete, que no se vea el salmón por ninguna parte y apretamos un poco la mezcla creando una capa compactada que cubra bien el filete. Lo taparemos herméticamente con papel film o plástico de envolver y lo dejaremos 48 horas en la nevera. Al cabo de 48 horas lo sacamos de la nevera y le quitamos toda la mezcla de sal y azúcar ligeramente con agua debajo del grifo y después de quedar limpio de la mezcla lo secaremos con papel de cocina. A continuación con un cuchillo fino y afilado cortaremos láminas del filete de manera oblicua para que queden bastante anchas de tamaño pero muy finas de grosor y las vamos colocando en un tupper o bandejita con tapa para guardar, añadimos suficiente aceite de oliva para cubrirlas y se mantengan conservadas e hidratadas así en la nevera para consumir cuando y como queramos.
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